El Ayuntamiento de Barcelona continúa avanzando en su compromiso con el acceso a la vivienda digna y asequible. Este sábado, se entregaron las llaves de 60 viviendas con servicios para personas mayores en el distrito de Sant Martí. Este modelo de alojamiento garantiza autonomía, accesibilidad y apoyo comunitario, ofreciendo soluciones innovadoras frente a la soledad y el aislamiento.
Una solución para la autonomía de las personas mayores
Las viviendas con servicios para mayores representan un modelo residencial único. Estas unidades, diseñadas para mayores de 65 años, están totalmente adaptadas para garantizar accesibilidad y son gestionadas por profesionales del Institut Municipal de Serveis Socials (IMSS). Además de ofrecer alquiler protegido, estas viviendas cuentan con:
- Teleasistencia y sistemas de alarma para emergencias.
- Espacios comunitarios para actividades sociales y culturales.
- Servicios de conserjería, limpieza y atención geriátrica.
- Programas de dinamización que fomentan la amistad y la ayuda mutua, combatiendo la soledad no deseada.
El objetivo es claro: permitir que las personas mayores vivan con independencia mientras se les brinda el apoyo necesario para mejorar su calidad de vida.
Una promoción emblemática en el corazón del 22@
Ubicada en el 22@, entre los carriles de Josep Pla y Agricultura y un pasaje de nueva creación, esta promoción es una de las más grandes de los últimos años en el distrito de Sant Martí. Con una inversión de más de 18,3 millones de euros, el proyecto incluye no solo las 60 viviendas para mayores, sino también 76 viviendas de alquiler social y 15 alojamientos temporales que se entregaron hace un mes.
La distribución del edificio refleja su diseño inclusivo: los pisos para mayores se encuentran en las plantas superiores (quinta a séptima), mientras que las viviendas de alquiler social ocupan las plantas de la primera a la cuarta. Este diseño permite mantener accesos independientes para ambas áreas, garantizando privacidad y funcionalidad.
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La cubierta del edificio se destaca como un espacio exclusivo para los residentes mayores. Cuenta con hivernacles (invernaderos) para huertos urbanos, salas polivalentes, terrazas orientadas, una lavandería comunitaria y áreas de almacenamiento, fomentando tanto la autonomía como la interacción social.
Crecimiento sostenido del parque de viviendas dotacionales
La entrega de estas 60 viviendas marca la 27ª promoción de viviendas con servicios para mayores en los últimos 20 años. En total, el Ayuntamiento ha construido 1.626 unidades de este tipo. Este número aumentará significativamente con los proyectos en marcha, como las 152 viviendas en las Casernes de Sant Andreu y las 47 en el Espai Germanetes en el Eixample, que se entregarán en 2025, y una nueva promoción en el barrio de la Salut. El objetivo es alcanzar cerca de 2.000 viviendas de este tipo en los próximos años.
Un compromiso con el futuro
El alcalde de Barcelona, durante el acto de entrega, subrayó el compromiso del Ayuntamiento con el derecho a la vivienda. Declaró que “la vivienda es uno de los principales problemas sociales, y el gobierno no puede dar la espalda a esta realidad”. Además, dedicó unas emotivas palabras a los nuevos residentes, reconociendo su importancia como memoria viva de la ciudad.
La promoción de la calle Veneçuela no solo garantiza un techo a sus habitantes, sino que también promueve la creación de comunidades más solidarias y resilientes. Es un modelo que combina vivienda asequible con servicios integrales, ofreciendo soluciones sostenibles e inclusivas para el futuro.
Innovación y sostenibilidad en el diseño
El proyecto, diseñado por la UTE Peris Toral Arquitectes y Eletresjota Tècnics Associats, refleja un enfoque innovador. Además de las características mencionadas, incorpora elementos sostenibles como huertos urbanos y espacios compartidos, fomentando una vida en comunidad activa y saludable.
Este tipo de iniciativas reafirman el papel de Barcelona como referente en la gestión pública de la vivienda. El modelo de viviendas con servicios para mayores no solo aborda la falta de vivienda, sino que también responde a desafíos sociales como el envejecimiento de la población, la soledad y la exclusión social.
