Barcelona continúa avanzando en la renovación de la avenida Meridiana, una de las arterias principales de la ciudad. El próximo año, las obras entrarán en una nueva fase que promete transformar esta avenida en un espacio más habitable y sostenible. En una reciente sesión informativa, se detallaron los planes para el tramo entre las calles Felip II y Fabra i Puig, una intervención que comenzará en el primer trimestre de 2025.
Más espacio para las personas y menos para los vehículos
La transformación de la Meridiana tiene como objetivo reducir el impacto del tráfico y priorizar el transporte público, las bicicletas y los peatones. En esta fase, la disposición de los carriles será similar a las reformas anteriores, con dos carriles para vehículos privados y uno exclusivo para autobuses en cada sentido. Además, se incluirá un carril bici segregado en el centro y se plantarán 275 árboles nuevos, lo que añade 7.200 m² de áreas verdes al paisaje urbano.
El enfoque sostenible también se refleja en la reutilización de elementos existentes en buen estado, minimizando los residuos y maximizando la eficiencia. Estos cambios no solo benefician al medio ambiente, sino que también hacen de la Meridiana un espacio más atractivo para quienes la recorren.
Conexión y accesibilidad como prioridades
Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es la creación de nuevos pasos de peatones. En el tramo afectado, se pasará de los 9 pasos actuales a un total de 15, facilitando la movilidad y mejorando la seguridad. La accesibilidad será clave en los nodos de conexión intermodal, como el ubicado entre Felip II y Garcilaso. Este espacio reorganizará las paradas de autobuses urbanos e interurbanos, optimizando el acceso y reduciendo las interrupciones en el tráfico.
Otro ejemplo de mejora es la instalación de un carril bici provisional para evitar que las bicicletas usen las aceras durante las obras. Este carril bidireccional conectará el paseo de Fabra i Puig con Felip II, asegurando la continuidad de la red ciclista de la ciudad.
Un diseño pensado para todos los usuarios
El proyecto incluye áreas específicas con características únicas, como el nodo de La Sagrera. Este espacio combinará un amplio paseo central para peatones con carriles bici unidireccionales a cada lado. Además, se mejorarán los jardines existentes, con zonas de juego infantiles accesibles y una mayor presencia de vegetación. Estos cambios hacen que la transformación no solo sea funcional, sino también inclusiva y amigable con el entorno.
BIMSA celebra 20 años transformando Barcelona con 2.700 millones de inversión en obra pública
En el nodo de Navas, se redactará un proyecto para crear un espacio de 20.000 m² que integrará los jardines de Maria Soteras y la plaza Ferran Reyes. El objetivo es generar un área continua y sin obstáculos, que fomente la interacción social y permita actividades en ambas partes de la avenida.
Una inversión para el futuro de Barcelona
La reforma de la Meridiana es una de las iniciativas urbanísticas más ambiciosas de la ciudad. Con un presupuesto de 26 millones de euros para esta fase y una inversión acumulada de 55,8 millones, parte financiada por los fondos Next Generation, la ciudad está apostando por un modelo de movilidad sostenible y accesible. La reducción del tráfico ya es evidente, con una disminución de 19.400 vehículos diarios en los tramos renovados.
Además, se está trabajando en los estudios previos para extender las mejoras hasta el Pont de Sarajevo y, eventualmente, a todo el tramo de la avenida hasta Vallbona. Este proceso contará con la participación de la ciudadanía, garantizando que las necesidades de los vecinos sean parte integral del diseño.
Más verde, menos tráfico, mejor calidad de vida
La transformación de la Meridiana no se trata solo de cambiar el asfalto y reorganizar carriles. Es un proyecto que redefine cómo los barceloneses interactúan con el espacio público. La apuesta por áreas verdes, una movilidad más sostenible y la accesibilidad hacen de esta avenida un ejemplo de planificación urbana moderna.
Una vez completada esta fase, la Meridiana será más que una vía de paso: será un espacio de encuentro, conexión y disfrute para todos los que habitan y visitan la ciudad. Barcelona demuestra una vez más su compromiso con el futuro sostenible y la calidad de vida de sus ciudadanos.
