En el corazón del Eixample barcelonés, se alza un nuevo espacio que promete ser el punto de encuentro para los amantes de la cultura y la buena gastronomía. Nos referimos a JOK, una creación impulsada por el periodista Joan Maria Pou, el empresario Oriol Badia y el asesor de coctelería Kim Díaz, quien aportó su experiencia en el famoso Bar Mut. Este proyecto cultural no solo busca ser un restaurante atractivo, sino que también se presenta como una «factoría cultural» donde la creatividad y la gastronomía se entrelazan de manera perfecta.
Un concepto novedoso
JOK no es solo otro restaurante más en Barcelona. Según Pou, su objetivo es financiar un espacio donde se realicen conciertos, presentaciones de libros, charlas y monólogos, entre otros eventos culturales. «Si dependes de los clics o la financiación pública, tienes unos límites», dice Pou, enfatizando la necesidad de un espacio donde puedan decidir el rumbo de sus actividades. Así, JOK se convierte en un santuario donde la elegancia se mezcla con una propuesta cultural enriquecedora.
Gastronomía catalana con un toque moderno
La propuesta gastronómica de JOK sorprende desde el primer bocado. Con Olga Sternari al mando de la cocina, los comensales pueden disfrutar de un menú desordenado a mediodía. Este menú permite escoger dos platos entre una amplia selección de diez, todo por un precio razonable de 30 euros, que incluye agua, postre y café. ¿Hay algo mejor que eso?
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La comida destaca por sus sabores intensos y frescos. La fideuá conquistó a más de uno con su buen fumet, mientras que los canelones resultan ser todo lo que se podría esperar de un plato tradicional catalán, con un toque de trufa que los vuelve irresistibles. También son imperdibles las gambas con chocolate, una combinación atrevida que sorprende de manera inesperada.
Coctelería creativa
La coctelería de JOK funciona de mediodía a tres y media de la madrugada, lo cual resulta ideal para aquellos que buscan disfrutar de un cóctel después de una larga jornada. El bartender Adrián Batlle se encarga de preparar tragos a medida, ofreciendo a los clientes la oportunidad de iniciar su experiencia con una bebida elaborada de manera personalizada.
Pasear por los salones aterciopelados mientras se sostiene un cóctel en la mano es parte de la experiencia que ofrecen en este majestuoso local. La elegancia se siente en cada rincón, mientras los comensales se sumergen en un ambiente acogedor. Además, JOK se presenta como un lugar ideal para un pica-pica fuera de los horarios normales, lo que lo distingue de otros espacios más convencionales.
Una apuesta por la cultura
Más allá de su propuesta gastronómica, JOK busca ser un faro cultural en Barcelona. El espacio no solo está destinado a servir platos de la tradición catalana, sino que también se ofrece como sede para presentaciones de libros, encuentros literarios, conciertos y hasta grabaciones de podcasts. Todo ello en un ambiente que evoca elegancia y un enfoque colaborativo.
La historia de como JOK llegó a ser también es fascinante. Mainard Aparici, el director de sala, tuvo una carrera previa que incluye el Drolma y Mextizo. Conectó con la chef Olga Sternari en su paso por Bordeaux, y juntos forman parte de un equipo que se complementa perfectamente. Esta red de colaboraciones es lo que permite que JOK sea más que un restaurante; es un espacio donde la creatividad se encuentra en cada rincón.
Un legado cultural en el Eixample
El local que alberga JOK no es cualquier lugar. Antes de ser Rilke y Beltxenea, esta propiedad fue hogar de variada riqueza cultural. A través de los años, ha sido testigo de la historia barcelonesa, y ahora continúa esa tradición con un enfoque renovado. La elegancia burguesa de su diseño interior invita a los visitantes a disfrutar de cada rincón, ya sea durante una comida o un evento cultural.
El equipo de JOK apuesta por una gastronomía basada en ingredientes locales, complementada con una carta de vinos seleccionados y cócteles innovadores. Al elegir trabajar con productos de temporada, JOK enriquece la experiencia culinaria y se inserta en un contexto más sostenible, donde la cocina se convierte en una expresión cultural.
La experiencia JOK
Los que decidan visitar JOK no solo disfrutarán de una excelente comida y bebida, sino que también se sumergirán en una experiencia que va más allá del paladar. Las actividades culturales y los eventos programados amplían la oferta de este espacio, haciéndolo mucho más que un simple restaurante. Es un lugar donde se celebra la cultura en toda su extensión.
La iniciativa de JOK responde a una necesidad latente en la Barcelona actual. Con su enfoque colaborativo y multidisciplinario, emerge como un espacio imprescindible para todos aquellos que buscan una chispa de creatividad, gastronomía de calidad y un ambiente vibrante en el Eixample.
Al final del día, JOK se presenta como un nuevo faro cultural en Barcelona, donde la buena comida se fusiona con el arte y la cultura, creando un espacio único que vale la pena explorar.
📍Carrer de Mallorca, 275 Entresol, L’Eixample, 08008 Barcelona