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El rescate de la finca del pasaje Alió: un paso hacia la vivienda asequible en Gràcia

Barcelona está en una misión audaz para fortalecer su oferta de vivienda asequible, especialmente en áreas como el barrio del Camp d’en Grassot, históricamente escasos en vivienda protegida. Pues bien, parece que el Ayuntamiento ha hecho un movimiento estratégico al comprar la finca del pasaje Alió, 21, a través de su derecho de tanteo. Esta decisión no solo enriquece el parque público de viviendas, sino que también responde a las crecientes preocupaciones sobre la gentrificación.

El Ayuntamiento compra por tanteo la finca del pasaje Alió, 21

Una compra estratégica en Gràcia

El Ayuntamiento de Barcelona, firme en su compromiso de mejorar la vivienda pública, ha adquirido la finca en pasaje Alió, 21, con once viviendas vacías que estaban en juego por venta judicial. Esta operación se ajusta al famoso Plan Vive municipal, que tiene como objetivo asegurar la vivienda para quienes la necesiten en distritos densos como Gràcia, donde las nuevas construcciones son escasas.

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Los vecindarios están cambiando, y con ellos la preocupación por encontrar viviendas asequibles. La gentrificación es un fantasma que ronda el distrito, haciendo de esta compra un blindaje contra el desplazamiento de los residentes locales. La concejala Laia Bonet ha dejado claro que este movimiento no es solo una compra, sino una estrategia para mantener la esencia del distrito de Gràcia.

¿Por qué era necesaria esta compra?

La historia de este edificio no es de cuento de hadas. Hasta no hace mucho, era una fuente de problemas de convivencia. Según la inspección municipal, la degradación del edificio había llegado al punto de la inhabitabilidad. Los años de dejadez habían hecho que su ocupación fuera insegura, lo que significó que el Ayuntamiento tuviera que intervenir drásticamente.

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Ahora, con una compra cercana a los 2,1 millones de euros, incluyendo rehabilitación, se busca restaurar este lugar a su antiguo esplendor. Así, no solo se da respuesta a una promesa vecinal, sino que se aseguran once nuevos hogares para quienes se encuentran inscritos en el Registro de Solicitantes de Viviendas con Protección Oficial de Barcelona.

El mercado y el papel del tanteo y retracto

Hablemos de números. La inversión en este edificio incluye no solo el costo de la adquisición, sino también una prometida rehabilitación. Con un precio por metro cuadrado inferior al del mercado actual, el Ayuntamiento está jugando inteligentemente sus cartas. Esta es una muestra más de cómo las políticas públicas pueden coordinarse para ofrecer beneficios tangibles al ciudadano.

La medida se ve reforzada con una nueva ordenanza que busca ampliar este tipo de intervenciones. Esta normativa permitirá hacer compras estratégicas de inmuebles con más de diez viviendas o situaciones específicas como pisos vacíos o zonas en riesgo de gentrificación.

Mirando hacia el futuro: una nueva ordenanza

El Ayuntamiento está decidido a reformular las reglas del juego con una nueva ordenanza reguladora de tanteo y retracto. Aprobada inicialmente en marzo, esta normativa permitirá al gobierno local realizar compras estratégicas en barrios donde los terrenos son un tesoro escaso. Sin embargo, aunque el Ayuntamiento tiene la primera opción, también hay espacio para colaborar con otras entidades. La compra conjunta permitirá que el consistorio mantenga un tercio de la propiedad, garantizando así que las viviendas cumplan su función social.

Además, la transparencia es importante. Por lo tanto, un espacio web está en camino para que las entidades puedan consultar los inmuebles elegibles para tanteo y retracto. Esto no solo agilizará el proceso, sino que también abrirá oportunidades a otras entidades interesadas en el desarrollo de vivienda pública.

Conclusión

En un mundo donde la vivienda es tanto un derecho como un desafío, el Ayuntamiento de Barcelona está pisando fuerte y demostrando que es posible tomar medidas proactivas para asegurar el acceso a hogares asequibles. La compra del edificio de pasaje Alió, 21, es más que un simple acto de transacción; es una apuesta por el futuro de sus residentes.