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Barcelona lucha con fuerza contra la pobreza energética

Reforzando los derechos energéticos en la ciudad

Barcelona ha tomado cartas en el asunto frente a la pobreza energética, evidenciando que la crisis climática golpea a diferentes sectores con inclemencia. Los Puntos de Asesoramiento Energético (PAE) de la ciudad no solo se erigen como un bastión vital en esta cruzada, sino que también elevan el estándar de atención social y ambiental que puede ofrecer una ciudad.

La comisionada de Acción Social, Sonia Fuertes, asegura que en un entorno de cambio climático, los PAE se consolidan como una herramienta clave para identificar y mitigar la pobreza energética. Esta afirmación se apoya en cifras contundentes y testimonios directos de aquellos que han experimentado mejoras palpables en sus vidas gracias a este recurso. Con 13 puntos de atención dispersados estratégicamente en Barcelona, los PAEs han dado en el clavo para no dejar a ninguno de sus distritos desatendido.

Puntos de Asesoramiento Energético en 2024

Impacto de las acciones de los PAE

Desde que los PAE echaron a andar en 2017, su impacto ha sido tan notorio como el de una ola que arrastra consigo el alivio de 196.013 cortes de suministro que no llegaron a suceder. Esta labor no solo ayuda en el presente, sino que establece un precedente para futuras acciones en otras ciudades, quizás inspirando medidas similares en todo el mundo.

En el año 2024, 37.088 personas cruzaron las puertas de los PAE, buscando orientación y asistencia. Los números hablan y dicen mucho: se han llevado el trofeo a la asistencia mensual más alta registrada desde su fundación. Esto subraya su valor no solo como “puntos de paso”, sino como estaciones esenciales en el camino para empoderar a las comunidades en la defensa de sus derechos energéticos.

Estrategias de atención y ahorro energético

Los PAE no solamente brindan asesoría sobre derechos energéticos, sino que despliegan una serie de estrategias para optimizar el consumo energético y ahorrar en las facturas de servicios básicos. Han gestionado 852 bonos sociales de luz y gas para quienes más lo necesitan y han tramitado 841 informes de riesgo de exclusión residencial para proteger a las personas frente a posibles cortes. Además, han logrado un ahorro de 33.000 € mediante bajadas de potencia.

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Algo sorprendente es que desde su inicio los ahorros acumulados suman más de 600 mil euros. Además, la solicitud de tarifas sociales y bonificaciones en las facturas del agua se ha vuelto un trámite común, llevando alivios significativos a cientos de hogares.

La pobreza energética: un monstruo multifacético

Las condiciones de vida, el costo de la energía y el ingreso mensual son factores determinantes en el fenómeno de la pobreza energética. En 2024, casi tres cuartas partes de los hogares atendidos mostraron signos de esta problemática, mientras que un 6% vivió en pobreza energética severa. En tiempos de climas extremos, la situación empeora, y el apoyo oportuno de los PAE se vuelve crucial.

No se trata solo de cifras o estadísticas. Cada número cuenta una historia de batalla diaria contra las bajas temperaturas invernales o los agobiantes veranos. No es de extrañar que muchos usuarios busquen consejos durante los meses de climas extremos, como julio, cuando la demanda de apoyo sube tan rápido como el mercurio en el termómetro.

Las consecuencias más ocultas

Más allá de la factura, el impacto de la pobreza energética se refleja en la salud física y emocional de las personas. Condiciones de temperatura extremas y humedades no controladas fomentan males como asma, artritis o ansiedad. Aquí, los más vulnerables son los niños y los ancianos, cuyas defensas son tan frágiles como la porcelana ante adversidades que parecen invisibles.

Pero no todo es desolación. Hay una luz al final del túnel que proyecta un rayo de esperanza en los hogares asesorados: la reducción del consumo eléctrico ha alcanzado impresionantes 1,8 millones de kWh, evitando la emisión de unas 511,8 toneladas de CO₂. Este logro subraya el impacto positivo no solo a nivel social, sino también ambiental.

El futuro de los PAE es ahora

Los PAEs de Barcelona continúan siendo un ejemplo para otras ciudades que enfrentan desafíos similares. La combinación de tecnología avanzada y asistencia personalizada pinta un futuro en que la pobreza energética sea tan solo un vestigio del pasado. Las lecciones aprendidas en esta urbe servirán para ampliar el alcance de los derechos energéticos a todos, sin importar su código postal.