Barcelona apuesta por un modelo de turismo responsable y comprometido con la comunidad. Con el objetivo de devolver a la ciudadanía parte de los ingresos generados por la actividad turística, el Ayuntamiento ha aprobado una nueva partida de fondos provenientes del Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET), destinada a financiar ocho proyectos que buscan incrementar el retorno social del turismo. En total, se destinarán 4,02 millones de euros para iniciativas que abarcan desde la cultura hasta la investigación científica y el fomento de la convivencia en la ciudad.
Un turismo que impacta en la vida de los vecinos
Este nuevo paquete de financiamiento se suma a los 18,8 millones de euros ya invertidos en proyectos de retorno a lo largo del mandato. Las iniciativas apoyadas con este fondo buscan crear un modelo turístico estratégico y sostenible, destacando aspectos como la cultura, la economía local y la movilidad. El objetivo no solo es atraer visitantes, sino también mejorar la calidad de vida de los residentes y ofrecerles beneficios tangibles derivados de la recaudación turística.
Entre los proyectos destacan el servicio de mediación entre comunidades de vecinos y propietarios de viviendas turísticas, que busca mejorar la convivencia en los barrios con alta densidad turística. Esta mediación trabaja con propietarios y gestores de viviendas de uso turístico (HUT) para fomentar el civismo y la calidad de vida en las comunidades, impactando de manera positiva en los barrios más afectados por el turismo.
Apoyo a la cultura y promoción económica
En el ámbito cultural, Barcelona financia proyectos como “Viu Montjuïc, el Parc de la Cultura”, una serie de actividades en colaboración con entidades culturales locales, que promueve el redescubrimiento del patrimonio histórico y natural de Montjuïc. También se apoyarán varias exposiciones y festivales en el DHUB, incluyendo eventos como el Festival OFFF y Llum BCN, y exhibiciones centradas en temas creativos y ecológicos, como “L’Oceà parla. Noves ecologies i noves economies del mar”.
Este fondo también apoya actividades que promueven la economía local, impulsando eventos, congresos y jornadas en la ciudad. La idea es fomentar la creación de oportunidades económicas a través de una oferta variada que atraiga tanto a visitantes como a profesionales del sector. Este modelo busca consolidar a Barcelona como un referente de turismo cultural y sostenible, creando un balance entre el atractivo turístico y el bienestar de la comunidad.
La ciencia y la tecnología como pilares estratégicos
Barcelona se ha comprometido a fortalecer su posición como ciudad de referencia en ciencia y tecnología. Con este fin, el Ayuntamiento financia proyectos de investigación multidisciplinaria en colaboración con el Instituto de Ciencia y Tecnología de Barcelona (BIST) y el Barcelona Supercomputing Center (BSC). Estas iniciativas no solo posicionan a Barcelona como una ciudad puntera en investigación, sino que también fomentan la transferencia de conocimiento y talento, contribuyendo al crecimiento de una economía basada en la innovación.
La apuesta por proyectos científicos permite que Barcelona atraiga talento internacional y refuerce su proyección como capital científica. Con ello, la ciudad no solo busca un impacto económico, sino también un beneficio para el tejido local a través de la educación y el acceso a nuevos conocimientos.
El Plan Clima Escola: un proyecto educativo y sostenible
Uno de los proyectos más destacados de esta iniciativa es el Plan Clima Escola, que recibe una inversión de 100 millones de euros provenientes de la fiscalidad turística para la climatización de 170 escuelas públicas en los próximos seis años. Hasta ahora, el plan ha completado la climatización de 24 centros, y en 2025 se espera abordar un nuevo paquete de 30 escuelas. Este proyecto tiene como objetivo mejorar las condiciones de aprendizaje y reducir el impacto ambiental en los centros educativos de la ciudad.
La implicación del turismo en proyectos de este tipo demuestra el compromiso de la ciudad con el bienestar de los residentes y el desarrollo sostenible. Con esta inversión, Barcelona convierte la actividad turística en un motor de cambio positivo que impacta directamente en la vida de 55.000 alumnos.
Un modelo de turismo que genera retorno social
Barcelona se posiciona como ejemplo de cómo el turismo puede beneficiar a la ciudad y a sus habitantes. La recaudación del IEET, que se ha convertido en la tercera fuente de ingresos del Ayuntamiento, se sitúa ahora en más de 100 millones de euros anuales gracias a recientes aumentos en el recargo turístico. Este crecimiento ha permitido financiar proyectos de impacto social y cultural que benefician a la ciudadanía, manteniendo un equilibrio entre el atractivo turístico y la calidad de vida de los vecinos.
Según datos del Observatorio del Turismo de Barcelona, la ciudad ha recibido más de 12 millones de turistas en 2023, lo que se traduce en una generación económica de 9.600 millones de euros y en la ocupación de alrededor de 100.000 personas. Aunque el número de turistas ha sido inferior al de años anteriores, la ciudad ha logrado un retorno económico récord, lo que muestra que el turismo de calidad y responsable es posible.
Con estas iniciativas, Barcelona da un paso adelante hacia un modelo de turismo que no solo promueve el desarrollo económico, sino también la cohesión social y el bienestar ambiental. Este enfoque integral posiciona a la ciudad como líder en sostenibilidad y en la creación de un turismo que aporta valor real a la comunidad.
