El Pleno Municipal ha aprobado una nueva ordenanza que cambiará la forma en que las personas se mueven por Barcelona. A partir del próximo 1 de febrero, entrarán en vigor una serie de medidas diseñadas para mejorar la convivencia, la seguridad vial y la protección de los peatones.
Más seguridad para los vehículos de movilidad personal
Los vehículos de movilidad personal (VMP), como los patinetes eléctricos, tienen ahora un marco normativo más claro. Una de las novedades más destacadas es la obligatoriedad del uso del casco para todos los usuarios. Además, los VMP deberán contar con luces delanteras y traseras para circular.
Estas normas buscan ordenar el uso de estos vehículos, que solo podrán ser conducidos por una persona a la vez, y prohíben su circulación por calles con límite superior a 30 km/h. La velocidad máxima permitida será de 25 km/h en la mayoría de las vías y se reducirá a 10 km/h en los carriles bici ubicados en las aceras.
Con estas regulaciones, se busca fomentar un uso más responsable y seguro de los VMP, mientras se adapta la ciudad a su creciente popularidad.
Preservación de las aceras para los peatones
Uno de los objetivos principales de la nueva ordenanza es devolver las aceras a los peatones. A partir de ahora, bicicletas y VMP no podrán circular por las aceras, salvo en casos muy específicos, como cuando sean utilizadas por menores de 12 años o sus acompañantes.
Esta medida no solo busca mejorar la seguridad, sino también priorizar la movilidad peatonal. Sin embargo, en calles sin carril bici, se permitirá que adultos transporten menores en bicicletas siempre que utilicen remolques o asientos homologados.
La normativa también establece que en situaciones de alta densidad peatonal, los ciclistas y usuarios de VMP deberán descender de sus vehículos para evitar accidentes.
Fin del estacionamiento de motos en zonas sensibles
La nueva ordenanza también regula el estacionamiento de las motocicletas, prohibiendo su aparcamiento en aceras cercanas a centros escolares y hospitales. Esta medida pretende mejorar la accesibilidad y la convivencia en estas áreas sensibles, dando prioridad a los peatones.
Además, se prohíbe estacionar motos en carriles bici, zonas destinadas a bicicletas y áreas que puedan bloquear el acceso a elementos urbanos como contenedores o bancos. También estará prohibido atar motocicletas a árboles, semáforos, marquesinas de transporte público y otros elementos de mobiliario urbano que puedan obstaculizar el paso.
Impulso a la ciclologística y la última milla
Otro aspecto innovador de la normativa es su enfoque en el fomento de la ciclologística, es decir, el uso de bicicletas y VMP para el reparto de mercancías. Estos vehículos podrán utilizar zonas habilitadas para carga y descarga, igual que los vehículos a motor, y tendrán acceso a ciertos espacios de estacionamiento en las aceras.
Con estas medidas, se busca impulsar un modelo de distribución urbana más sostenible, adaptado a las necesidades de una ciudad en constante transformación. Además, se prohíbe explícitamente la carga y descarga de mercancías en carriles bici, garantizando así su correcto uso por parte de los ciclistas.
Una ciudad más segura y sostenible
La actualización de la ordenanza es una respuesta a los cambios en la movilidad urbana que han surgido en los últimos años. Desde la última modificación de esta normativa en 2017, los VMP se han convertido en protagonistas de la movilidad, pero su uso también ha generado conflictos.
Con estas medidas, Barcelona refuerza su compromiso con una movilidad sostenible, activa y respetuosa con los peatones. La nueva normativa busca equilibrar las necesidades de todos los actores de la movilidad, desde peatones hasta usuarios de vehículos motorizados, fomentando una convivencia más armónica en las calles de la ciudad.