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Las obras de la L8 traerán ruido, molestias y un nuevo tramo de metro para Barcelona

La prolongación de la línea 8 (L8) del metro de Barcelona, que unirá plaza Espanya con Gràcia, avanza poco a poco y, aunque la tuneladora se moverá silenciosamente bajo el Eixample, las molestias para los vecinos no se podrán evitar. Las estaciones intermedias, ubicadas a lo largo de la calle Urgell, serán las principales fuentes de ruido, especialmente en los alrededores de Hospital Clínic, Francesc Macià y Consell de Cent.

Las obras de la L8 traerán ruido

Consell de Cent, el primer punto conflictivo

La construcción de una salida de emergencia en Consell de Cent será la primera en causar molestias significativas. Las piezas de la gigantesca hidrofresa —la máquina encargada de excavar el pozo de unos 50 metros de profundidad— ya han empezado a llegar. Este equipo, necesario para la creación de las pantallas que darán forma a la estructura, ha provocado la instalación de muros temporales de seis metros de altura. Estas barreras tienen el objetivo de mitigar el ruido, aunque el impacto acústico será inevitable en algunos momentos.

La empresa constructora ha solicitado un permiso medioambiental especial, ya que en determinados momentos se espera superar los límites de ruido permitidos. Este es solo el comienzo de una fase que durará alrededor de seis meses, donde el constante martilleo y la actividad de la hidrofresa se harán notar en toda la zona.

Hospital Clínic y Francesc Macià: las siguientes paradas del ruido

Después de finalizar las obras en Consell de Cent, la construcción se trasladará a Hospital Clínic y más tarde a Francesc Macià. El procedimiento será similar en ambas ubicaciones, donde se construirán nuevas estaciones de la L8. El impacto acústico será comparable al de Consell de Cent, lo que sugiere que los vecinos de estas zonas tendrán que prepararse para unos meses complicados.

Este tipo de trabajos ya se ha visto antes en la ciudad, especialmente durante la construcción de la línea 9 (L9) del metro. La magnitud de las obras y el ruido que generan no es novedad para muchas áreas de Barcelona, pero en el Eixample, las quejas han comenzado a surgir con mayor intensidad debido a la densidad de la zona y la cercanía de las viviendas a las obras.

Medidas para reducir el impacto

Ante las quejas de los vecinos, el Departamento de Territorio ha decidido nombrar a un responsable que se encargará exclusivamente de canalizar las preocupaciones de los residentes afectados por las obras. Este encargado será el punto de contacto entre los vecinos y la administración, con el fin de responder a las inquietudes en tiempo real y tratar de minimizar las molestias tanto como sea posible.

La implementación de los muros temporales alrededor del pozo en Consell de Cent es una de las primeras medidas que se han tomado para mitigar el ruido, aunque es probable que no sea suficiente para evitar las molestias durante los momentos más intensos de las obras. Además, se han puesto en marcha campañas informativas para que los vecinos estén al tanto de los tiempos y fases de las obras, así como las medidas de seguridad y mitigación que se están tomando.

Lecciones aprendidas de la L9

Durante la construcción de la L9 del metro, se llevaron a cabo procedimientos similares en diversos puntos de Barcelona, l’Hospitalet y el Prat. Las quejas de los vecinos fueron frecuentes, aunque las autoridades pudieron manejar la situación con cierto éxito. Sin embargo, la densidad y estructura del Eixample hacen que esta vez el desafío sea aún mayor.

El ruido es el principal inconveniente para los residentes, y las administraciones locales están buscando maneras de manejar mejor las preocupaciones. Las quejas en el Eixample son más fuertes debido a la configuración urbana, donde la proximidad de los edificios a las zonas de obra amplifica las molestias.

Un proyecto que cambiará la movilidad en Barcelona

A pesar de las incomodidades que trae consigo la prolongación de la L8, la mejora de la red de metro será significativa para Barcelona. Esta nueva línea conectará importantes áreas de la ciudad y aliviará la presión sobre otras líneas del metro, especialmente en puntos clave como plaza Espanya y la estación de Gràcia.

Las obras son un proyecto estratégico a largo plazo, diseñado para mejorar la movilidad de miles de barceloneses. Los beneficios superarán las molestias una vez que se complete la prolongación, aunque por el momento los vecinos tendrán que armarse de paciencia.

¿Qué pueden esperar los vecinos?

Los residentes de Consell de Cent, Hospital Clínic y Francesc Macià deben prepararse para varios meses de ruido y posibles molestias. Aunque se están tomando medidas para minimizar el impacto, es inevitable que las obras afecten la vida diaria en estas áreas durante un tiempo. Los próximos seis meses serán especialmente complicados en Consell de Cent, donde la actividad de la hidrofresa será intensa, seguida de la excavación del pozo y otras fases del proyecto.

La colaboración entre los vecinos y las autoridades será clave para encontrar soluciones a corto plazo y garantizar que los trabajos sigan avanzando según lo planeado. Una vez completadas las obras, la L8 será una pieza esencial en el entramado de transporte de la ciudad, mejorando las conexiones entre diferentes puntos clave y reduciendo la congestión en otras líneas.