Ignasi Sayol, presidente del Clúster de Logística de Cataluña, analiza el impacto estratégico del Salón Internacional de la Logística de Barcelona
Junio marca una cita ineludible para el sector logístico: el Salón Internacional de la Logística (SIL) vuelve a celebrarse del 18 al 20 de junio en la Fira de Barcelona – Montjuïc, consolidándose como el evento de referencia del sur de Europa. Este año, el SIL reafirma su papel como plataforma de internacionalización, innovación y debate para toda la cadena de suministro.
En este contexto, Ignasi Sayol, presidente del Clúster de Logística de Cataluña, comparte con Cristina Baigorri su visión sobre la relevancia de esta feria y su evolución a lo largo de más de una década de participación activa.
Barcelona como eje logístico global
“El SIL es mucho más que una feria. Se ha convertido en el gran punto de encuentro del sector logístico del sur de Europa y América Latina”, explica Sayol. A lo largo de los años, el evento ha pasado de tener un enfoque nacional a ser una cita imprescindible en el calendario logístico internacional.
Según Sayol, Barcelona ofrece condiciones únicas para este tipo de eventos: “Es una ciudad logística por excelencia. Su puerto tiene una enorme versatilidad comercial y está directamente conectado con el entorno urbano. A eso se suma un aeropuerto muy próximo al centro y una red viaria que facilita la distribución”.
Estas infraestructuras han posicionado a Barcelona como un hub logístico de primer nivel, atrayendo operadores globales, inversión y talento.
Diez años del clúster en el SIL
El Clúster de Logística de Cataluña lleva más de una década participando en el SIL como entidad colectiva. “Nuestra presencia institucional permite visibilizar a las pequeñas y medianas empresas que conforman el clúster. Les damos acceso a un espacio Premium, ubicado en el pasillo central, donde se maximiza el impacto comercial”, afirma Sayol.
Este posicionamiento estratégico dentro del recinto ferial multiplica las oportunidades de networking y facilita la interacción con los principales actores del ecosistema logístico.
Agenda cargada, oportunidades constantes
Durante los tres días del SIL, la actividad es incesante. El clúster participa en ponencias, mesas redondas, encuentros bilaterales, y organiza la presentación de su informe anual sobre el peso económico del sector, que es uno de los momentos clave del evento.
Además, coordina la “Nit de la Logística”, una cena institucional donde se entregan los Premios SIL y se fortalecen vínculos entre empresas, instituciones y administraciones.
“Es una agenda intensa, casi milimetrada. Pero al mismo tiempo, surgen oportunidades espontáneas con delegaciones internacionales, empresas emergentes o actores poco habituales que descubren Barcelona como punto neurálgico de sus operaciones”, relata Sayol.
La internacionalización como eje
Uno de los aspectos más valorados del SIL es su perfil global. En cada edición, se reciben delegaciones de América Latina, Asia, Oriente Medio y Europa Central. “El SIL ya no es solo un escaparate de innovación. Es una plataforma de internacionalización muy efectiva”, destaca Sayol.
Durante el evento, se celebran encuentros empresariales con operadores latinoamericanos, foros sectoriales y misiones comerciales. “Tenemos agendadas reuniones con empresas de Colombia y Perú, que aprovechan el SIL para establecer alianzas, conocer tecnología y abrir canales de distribución”, añade.
Este carácter internacional ha hecho que muchas asociaciones y entidades latinoamericanas decidan celebrar en Barcelona sus convenciones anuales, como es el caso de los transitarios sudamericanos.
Reivindicaciones del sector
A pesar del dinamismo del ecosistema logístico catalán, el presidente del clúster subraya algunos retos pendientes: “La gran asignatura sigue siendo el Corredor Mediterráneo y la conexión ferroviaria eficiente”.
Sayol insiste en que para que la logística española gane en sostenibilidad y competitividad, se necesita una apuesta firme por la intermodalidad y por una infraestructura ferroviaria integrada y funcional. “Hemos avanzado, pero todavía queda camino por recorrer para estar a la altura de otros corredores europeos”.
El papel del Consorci de la Zona Franca
Detrás de la organización del SIL está el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, que también gestiona espacios industriales clave en el entorno metropolitano. Sayol valora positivamente su papel como dinamizador del sector: “Han sabido dotar al SIL de una visión estratégica y convertirlo en un evento de primer nivel internacional”.
Las instalaciones de la Fira de Barcelona – Montjuïc, además, están en proceso de remodelación para seguir siendo competitivas y sostenibles. “Es un orgullo tener una infraestructura ferial que está a la altura de ciudades como Frankfurt o París”, sostiene.
La fuerza de la colaboración
Sayol pone en valor el trabajo colaborativo que permite que pymes del clúster tengan presencia en un entorno de gran visibilidad. “Si bien muchas no podrían acceder individualmente a estos espacios, el trabajo en red les abre puertas que de otro modo permanecerían cerradas”.
Esta cooperación interempresarial es uno de los pilares del modelo del clúster, que actualmente agrupa a cientos de compañías vinculadas a la logística, el transporte, la tecnología y los servicios auxiliares.
El SIL como espacio de descubrimiento
Aunque el evento está planificado al detalle, Sayol reconoce que el SIL también es un espacio donde lo inesperado ocurre. “En cada edición surgen contactos imprevistos, reuniones con representantes de países sorprendentes o propuestas innovadoras que no estaban en el radar”.
Para muchas empresas, esa capacidad de conectar con nuevos mercados o actores poco habituales es lo que convierte al SIL en un evento con valor añadido.
Una cita imprescindible
A modo de cierre, Ignasi Sayol lanza un mensaje claro: “El SIL no es opcional para quienes estamos en el sector logístico. Es el lugar donde todo sucede”. Desde la presentación de soluciones tecnológicas hasta la construcción de alianzas estratégicas, pasando por el análisis de políticas públicas, el SIL concentra en tres días el pulso de la logística global.
“Es la oportunidad perfecta para presentar, conectar, aprender y crecer. Pero, sobre todo, para posicionarse en un sector que no deja de evolucionar”, concluye.