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Barcelona inicia la rehabilitación de los sobreeixidors del sistema de alcantarillado para mejorar el drenaje urbano

Con el inicio de las obras de rehabilitación de los sobreeixidors del sistema de alcantarillado bajo los espigones del Gas, Bogatell y Bac de Roda, Barcelona refuerza su infraestructura de drenaje para hacer frente a episodios de lluvias intensas. Este proyecto, que durará aproximadamente tres meses y cuenta con una inversión de casi tres millones de euros, es una intervención clave dentro del Plan de Mantenimiento Integral (PMI), enmarcado en el Pla Endreça de la ciudad. El objetivo principal es realizar un mantenimiento preventivo que permita ampliar la vida útil de estas instalaciones cruciales.

rehabilitación de los sobreeixidors del sistema de alcantarillado

¿Qué son los sobreeixidors y por qué son tan importantes?

Los sobreeixidors son elementos situados en el tramo final del sistema de alcantarillado, específicamente en las zonas cercanas al mar. Su función es controlar el desagüe y drenaje de agua durante episodios de lluvia intensa, evitando que el sistema de alcantarillado se desborde y garantizando que la ciudad pueda gestionar adecuadamente el flujo de agua.

Estos sistemas, construidos con hormigón armado, están sometidos a un ambiente altamente corrosivo debido a la exposición al agua salada del mar, el oleaje y las tormentas, lo cual ha provocado un notable deterioro de los materiales con el paso del tiempo. Esta intervención busca reparar estos elementos para asegurar su funcionamiento óptimo y mantener la seguridad de las áreas cercanas.

Plan de rehabilitación y métodos de refuerzo estructural

Las obras incluyen varias etapas para la restauración completa de los sobreeixidors. Estas etapas han sido diseñadas para minimizar el impacto en la ciudad, tanto en términos visuales como en la movilidad de vehículos y peatones. Aunque la mayor parte de los trabajos se realizará en el interior de las redes de alcantarillado, se tomarán medidas de seguridad en la superficie para restringir temporalmente el paso en las zonas de intervención.

Las actuaciones contempladas incluyen:

  • Señalización y delimitación del área afectada, para asegurar la protección y la seguridad durante los trabajos.
  • Limpieza específica en el interior del colector, eliminando residuos acumulados.
  • Reparación de los desperfectos con morteros de alta resistencia que soporten mejor las condiciones del ambiente salino.
  • Refuerzo estructural mediante fibra de carbono, aplicada tanto en el interior como en la superficie de los sobreeixidors, aumentando su resistencia y durabilidad.
  • Tratamiento de protección para ambientes marinos, que ayudará a combatir los altos niveles de corrosión y evitará el deterioro acelerado de los materiales.

Impacto de las obras en la movilidad y la superficie de los espigones

El proyecto afecta tres espigones: el del Gas, Bogatell y Bac de Roda. Cada uno presenta diferentes necesidades y ocupaciones en la superficie para facilitar las labores de rehabilitación y garantizar que las áreas de recreo cercanas permanezcan accesibles.

  • Espigón del Gas: Las obras se realizarán en forma de «U» para permitir el uso continuo de la zona de calistenia, una instalación muy popular entre los residentes.
  • Espigón de Bogatell: La intervención ocupará la explanada frente al edificio de la Dirección de Playas, limitando temporalmente el acceso a esta área.
  • Espigón de Bac de Roda: Aquí, la obra abarcará toda la esplanada de los espigones, una zona que actualmente no tiene un uso específico, por lo que el impacto en los usuarios será menor.

Una intervención para la sostenibilidad y la durabilidad urbana

Estas obras se inscriben en el Plan de Mantenimiento Integral (PMI), que busca prevenir el deterioro de las infraestructuras urbanas mediante un mantenimiento regular y planificado. Con esta rehabilitación, Barcelona Cicle de l’Aigua, SA (BCASA), la entidad a cargo de la gestión del agua en la ciudad, asegura que el sistema de drenaje siga cumpliendo su función esencial en el contexto de una ciudad expuesta a condiciones climáticas variables.

El objetivo del PMI y el Pla Endreça es claro: invertir en infraestructuras duraderas y reducir la necesidad de futuras intervenciones que puedan afectar la vida cotidiana de los ciudadanos. Al ampliar la vida útil de estas instalaciones, Barcelona garantiza un espacio público funcional y seguro, en sintonía con los principios de sostenibilidad y cuidado urbano que caracterizan el enfoque de la ciudad en la gestión de sus recursos.

Estas mejoras forman parte de una estrategia de prevención frente a la intensificación de eventos climáticos extremos, como lluvias torrenciales, que aumentan con el cambio climático. Al invertir en la rehabilitación de los sobreeixidors, la ciudad no solo protege sus infraestructuras actuales, sino que también contribuye a una resiliencia urbana que beneficiará tanto a los residentes como a las generaciones futuras.