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Barcelona apuesta por la revitalización urbana con la compra de un edificio histórico

Movimiento estratégico en la Via Laietana

El Ayuntamiento de Barcelona ha dado un paso firme hacia el futuro con la compra integral del edificio ubicado en la Via Laietana 8-10. Esta operación, que asciende a 22,35 millones de euros, no solo refuerza la presencia municipal en uno de los ejes más emblemáticos de la ciudad, sino que también promete mejorar la eficiencia administrativa y revitalizar el tejido urbano.

Este icónico edificio, de estilo novecentista y catalogado patrimonialmente, albergará una gran sede administrativa después de su reforma completa. La adquisición incluye el 48,30% del inmueble que aún pertenecía al Estado, lo que permitirá al consistorio consolidar su apuesta por la eficiencia y por el ahorro de 1,66 millones de euros anuales en alquileres.

El Ayuntamiento compra la totalidad del edificio de Via Laietana 8-10

Implicaciones de la compra para los ciudadanos

Más allá de proporcionar espacio para más de 700 trabajadores municipales, el proyecto genera impactos significativos para la comunidad. Por un lado, la liberación de espacios en el Gòtic facilitará el desarrollo de unas 80 viviendas nuevas y el nuevo CAP Gòtic. Además, al centralizar servicios dispersos por la ciudad, el Ayuntamiento no solo mejorará la coordinación interna, sino que también optimizará la atención ciudadana.

Fiesta ciudadana: inauguración de la nueva Via Laietana el domingo 29 de junio

El teniente de alcalde, Jordi Valls, ha enfatizado la importancia de esta medida para recuperar edificios patrimoniales con fines económicos. Su aprobación en el Plenario del Consejo Municipal contó con el apoyo de PSC, BComú y ERC, aunque encontró resistencia por parte de algunos grupos opositores como Junts per Barcelona, VOX y el PP, que optó por abstenerse.

Perspectiva de reforma y nuevos usos

Actualmente, el edificio experimenta la primera fase de rehabilitación, centrada en las plantas superiores ya en manos del Ayuntamiento. Esta fase, iniciada en diciembre de 2023 y con una inversión de 18,7 millones de euros, concluirá en octubre del próximo año. Al trasladar servicios desde la plaza Pi i Sunyer, el espacio liberado favorecerá la creación del CAP Gòtic.

En paralelo, la segunda fase incluye la rehabilitación y transferencia de servicios desde ubicaciones como las calles Avinyó y Ciudad. Se prevé que este ambicioso plan culmine en el año 2032, cuando el edificio estará completamente operativo y acogiendo un amplio espectro de funciones municipales.

Impacto en la estrategia urbana

Esta compra se alinea con tres objetivos cruciales del gobierno local: mejorar la eficiencia de recursos, incrementar el parque público de vivienda y reavivar la urbanización. Al consolidar múltiples servicios en un solo edificio, el Ayuntamiento prevé reducir duplicidades, potenciar sinergias y garantizar una gestión más eficaz.

La operación también afecta al Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyas dependencias en el edificio pueden seguir operando durante hasta cinco años tras la compra. Esta cláusula garantiza una transición suave y bien planificada para los servicios estatales.

El movimiento es un golpe de efecto para la administración local y un reflejo de su compromiso por modernizar la gestión y dinamizar áreas claves de la capital catalana. Con esta apuesta, Barcelona no solo busca optimizar su administración, sino que también se plantea como un espacio abierto y de oportunidades para sus residentes, revitalizando sus áreas patrimoniales con una visión contemporánea de desarrollo urbano.

Con todas estas acciones, la capital catalana demuestra su visión a largo plazo, convirtiendo un edificio histórico en un motor de cambio eficiente, inclusivo y moderno que beneficiará a todos los barceloneses.